Yassine Ouhdadi es atleta por insistencia. A él le gustaba jugar a fútbol. Pero alguien vió su potencial y le insistió. Empezó a correr en 2014. Primero, carreras por la montaña. Luego, medias maratones… Pero no fue hasta que pisó el tartán de una pista de atletismo que no se sintió totalmente en su hábitat. Tanto, que aspira a consolidar su poderío en 1.500 y 5.000 metros en el próximo mundial paralímpico y revalidar así el oro conseguido en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 (pero celebrados en 2021). Ouhdadi El Ataby fue campeón en los 5.000 metros categoría T13, donde compiten atletas con discapacidad visual leve. Hablamos con él de retos y experiencias.
¿Cómo describirías tu experiencia en los Juegos Paralímpicos de Tokio?
Ha sido una experiencia única. Sabes que son cosas que es difícil que se vuelvan a vivir. Todo ha sido una experiencia increíble. No me esperaba ganar el oro. Es cierto que optaba al pódium, pero no pensaba que iba a lograr medalla de oro.
¿Dónde tienes colocada la medalla?
Aún está viajando, se viene conmigo. Ahora mismo estoy en Francia, visitando a mis padres. Cuando vuelva a mi casa la haré un sitio y la pondré allí.
¿Cómo vivió tu familia, que creo que es muy numerosa, el momento en que conseguiste el oro?
Todos en mi familia se pusieron muy contentos. Somos 9 hermanos. Mi padre me dijo que fue un día brutal, que el móvil no paró de sonar, pero que pasó muy rápido. Yo ya le digo que lo bueno siempre pasa rápido. La verdad que fue un momento increíble y todos se pusieron muy contentos.
¿Fue muy gratificante a nivel personal?
Te sientes muy afortunado de estar viviendo esta experiencia. Te juntas con gente que es muy buena en su deporte, que ha sido escogida de cada país, y tú estás entre ellos. Te quedas muy satisfecho. Sabes que estás haciendo algo bueno. Allí no puede estar cualquiera. Solo hay gente que ha trabajado mucho para estar allí. Yo estoy muy satisfecho.
¿Y el tema de restricciones por la Covid?
No podías salir de la Villa. Siempre teníamos que ir con la mascarilla, pero no era muy agobiante. La Villa es grande y te podías desplazar. Podías salir de la habitación, te podías reunir con tus compañeros. La diferencia es que el estadio estaba vacío y también que no podías ir a ver competir a tus compañeros que practican otros deportes. Los de atletismo no podíamos ir a ver a los de natación y al revés… ¡Una lástima! Porque hay compañeros a los que querrías ir a ver para animarlos.
¿Es muy duro prepararse para la alta competición?
Hay un trabajo enorme detrás. La gente sólo valora cuando vas a competir y sólo mira el resultado. Hay un trabajo de mucho sacrificio detrás. Con el confinamiento han sido más de dos años de preparación. Hay momentos difíciles, donde se te va la motivación, donde no quieres entrenar y al mismo tiempo sabes que no puedes parar. No es fácil llegar en buena forma. Hay que entrenar siempre, no salir con amigos, estar siempre descansando. Siempre pensando en la cita olímpica. Pero cuando pasa y ves la experiencia vivida, vale la pena.
¿Cuándo y cómo empezaste en el mundo del atletismo?
Empecé a correr con 14 años. Al principio hacía atletismo porque me invitaron a probar. En aquel momento no quería porque jugaba mucho al fútbol y me gustaba. Me convencieron porque insistieron. Probé, me gustó y empecé por la montaña. Hacía carreras por montañas. La primera carrera que corrí en asfalto fue una media maratón. Luego probé 10.000 metros en ruta. Así estuve casi dos años corriendo carreras en Catalunya. A finales 2017 me mudé a Francia, donde estaban viviendo mis padres y estuve aquí en un club de atletismo de Cannes. Cuando probé a correr en pista me gustó mucho más. En 2019 surgió la oportunidad de correr con la selección española paralímpica y me bajé a España para competir.
¿Cómo empieza tu vinculación con el Club l’Hospitalet Atletisme?
Fue a través de Ángel Torralba. Buscaba club para correr el mundial y él nos presentó porque también entrena en el club . Desde entonces, a finales de 2019, siempre he estado federado y he corrido para l’Hospitalet. Entreno en el CAR de Sant Cugat (Centre de Alto Rendimiento) pero cuando hay competiciones como el Meeting de l’Hospitalet (Mitin Internacional de Paraatletismo de l’Hospitalet de Llobregat) siempre suelo competir allí en l’Hospitalet.
¿Cómo está la cantera del club? ¿Hay futuro? ¿Está haciendo un buen trabajo el club?
Están haciendo un buen trabajo. Hay bastantes corredores que están a nivel nacional. El club está trayendo buenos atletas que compiten a nivel nacional. Esto no es fácil de conseguir. Hacen un trabajo fantástico. Lástima que el año pasado bajaron de categoría, pero seguro que van a subir otra vez.
¿Le falta al atletismo el seguimiento mediático y de público que tiene en los Juegos Olímpicos?
Sí, eso es verdad. En los Mundiales o Europeos no hay tanta expectación, pero en los Juegos Olímpicos hay una expectación enorme. Los medios se vuelcan. Eso es algo bueno, pero tendría que ser así en todas las competiciones.
¿Qué le dirías a la gente para que siguiera más el atletismo?
La gente que lo ha seguido y lo ha probado se ha enganchado muy rápido. Pero no se conoce si no se intenta ver o se intenta seguir un poco. Si hay que dar un consejo sería que le dieran un poco más de tiempo y a ver qué les parece. De todas formas, creo que está aumentando el interés de la gente por el atletismo. Antes no había mucha gente corriendo y ahora en cualquier carrera popular te encuentras a mil personas como mínimo, por ejemplo.
¿Es un deporte para todo el mundo? ¿Es menos elitista que otros?
Es un deporte que no es caro. Sólo es ponerte unas zapatillas cualquiera y salir a correr por donde sea. Es un deporte muy sencillo.
¿Crees en el valor social del deporte y en que podéis ser un referente los atletas paralímpicos para la infancia?
Creo que los mayores somos un referente de los jóvenes. Nosotros tenemos un problema visual además. Cuando la gente te ve competir y ve que has llegado allí es importante. Rompes la mentalidad de que por el hecho de tener una discapacidad visual no puedes hacer nada. No puedes llegar a estos niveles. Pero si uno se lo propone, es posible. Ojalá en el atletismo paralímpico la juventud vaya subiendo, haciendo una buena cantera.
¿Cuáles son tus próximos objetivos deportivos?
Llegar al mundial que se celebra en agosto de 2022 en buena forma. Quisiera ver si puedo hacer un doblete en el 1.500 y en el 5.000 m. Conseguir oro en las dos.
¿Qué mensaje lanzarías al club de l’Hospitalet?
Les daría las gracias porque han estado muy pendientes de mí siempre. Antes de ir a Tokio recibí mucho apoyo y después de ganar recibí muchos mensajes también desde aquí. Quiero dar las gracias al club y a la ciudad de l’Hospitalet.
