1 de mayo de 2064 a las 19,59h.
— No hi ha revolució sense violència. -Le dijo Andrea a Olai, al tiempo que recibía una afirmación en forma de sonrisa-.
— La Partida és nostra! -le contestó Olai- veuràs com totes les Dobles que resten també han caigut…
Sub Miren les cortó la conversación.
— Un moment, si us plau, vaig a connectar-me.
Todos callaron para escuchar el parte que hoy continuaría, definitivamente, siendo positivo. Arán le pasó el auricular a Miren y esta pronunció la contraseña:
— Aquí Faro Blanca D-VII, aquí Faro Blanca D-VII.
Al otro lado de la comunicación y con mucho ruido acústico comenzaron las novedades:
— Dominó Negro, aquí Faro Blanca Doble, com va La Partida? Canvi.
Las fichas fueron desvelándose sobre el tapete, una a una, con el sonido amplificado:
— Centre, Sant Josep i Sanfeliu (Doble I): fitxa caiguda. Corto.
— Collblanch i La Torrassa (Doble II): fitxa caiguda. Corto.
— Santa Eulàlia i Barri Sud (Doble III): fitxa caiguda. Corto.
— Florida i Les Planes (Doble IV): fitxa caiguda. Corto.
— Pubilla Cases i Can Serra (Doble V): fitxa caiguda. Corto.
— Bellvitge i El Gornal (Doble VI): fitxa caiguda. Corto i canvi.
— Aquí Subcomandante Insurgente Miren.
Hizo una pausa; sabía que su ficha, la que inició La Partida, era la más importante y que todo el Dominó Negro estaba muy pendiente de ellos. Sub Miren giró su cara y descubriendo ante sus ojos el paisaje de un sol hermosísimo que agonizaba en el Mediterráneo dijo solemnemente:
— Germans de L’Hospi, aquí Faro Blanca Doble, per fi Districte VII: fitxa caiguda.
Y mirando el objetivo (re)conquistado, el Faro del Llobregat que se alzaba como un pequeño coloso proclamó con voz firme:
— Dominó Negro, aquí a L’Hospi ja som, de nou, set famílies. La Partida és nostra. Salut. Corto y cierro.
. . .
Junto a Miren, Arán y Nit, las dos sabias e inseparables almas gemelas, comprendieron que su paso y deserción en la PN.Corporation funcionó para sus planes como un reloj cuántico: el ciberataque para acabar con la opresora Paralel_Net fue literalmente tan perfecta como fácil y la idea de “un plan para devolver la Analogía a una sociedad que sería por fin Humana” estaba avanzando. La conexión insurrecta asiática en manos de Jin ZiNisaga también caminaba viento en popa y la inexpugnable, hasta hace cuatro días, República Liberal China, se hundía en el caos cuando la PN también se desvaneció.
Detrás, hasta donde la vista alcanzaba, L’Hospitalet continuaba en llamas junto con el Baix Llobregat, Barcelona y todo el Besós.
Ese mayo de 2064 el capitalismo en la República Nord-est estaba cerrando persianas y todos esperaban que la revolución triunfara por toda la Confederación Ibérica junto con el resto de Europa.
Ana Uve, la Coordinadora del Consejo de Ancianos, se levantó para darle el turno de palabra a la música; el reproductor, un antiguo radio cassette SONY, habló con la voz de una vieja cinta de cromo haciendo sonar una vieja canción de Leonard Cohen versionada por Enrique Morente y Lagartija Nick.
— “Primero conquistaremos Manhattan / después… conquistaremos Berlín.”
(¿CONTINUARÁ?)
Kike Ubieto