Jarfaiter es el pseudónimo de Olmo Jiménez. Es rapero y hoy toca en el Salamandra a partir de las 20:45 horas presentando su nuevo disco: ‘El auténtico cabrón’. El artista madrileño no tiene pelos en la lengua pero muestra un discurso moderado, con calma, diferente al que se ve en sus letras. Sabe que la política, los problemas sociales y los conflictos de barrio no se solucionarán por muchas canciones que le dedique a estos temas. De hecho, todo lo contrario. Su estilo radical, de puñetazo en la cara, con tono de vivencias marcadas por la delincuencia y los morados en la piel es un reflejo de lo realmente busca en la música: entretener y divertirse, divertir a su público y quedar en un segundo plano. Hoy tendremos la oportunidad de escucharlo en l’Hospitalet. Hemos hablado con él unas horas antes.
Primero de todo, háblanos de tu pseudónimo, Jarfaiter. ¿De dónde sale?
Lo he explicado en otras entrevistas… en la época en la que comencé con la música iba con unos amigos de mi barrio, allí me llamaban “Hardcorenoque Fighter”, por el Alcornoque y la música hardcore. Este nombre lo ponía en plataformas como Tuenti o así. Para que me conocieran por este nombre. Con el tiempo lo acabé recortando hasta llamarme “Jarfaiter”.
¿Conocías la ciudad de l’Hospitalet antes de venir este viernes a tocar?
No había tocado nunca aquí, pero sí conocía la ciudad. La recuerdo de cuando he venido a El Prat por temas musicales, tengo ganas de tocar por primera vez.
¿Qué similitudes ves entre los barrios de la ciudad y el barrio en el que te has criado?
Pues, concretamente, no veo tantas. De hecho, yo me crié en un barrio que no es periférico, es muy céntrico (barrio de Cuatro Caminos en Madrid). Actualmente ya no es lo que era cuando era pequeño, se está gentrificando mucho y el cambio social lo está dejando muy diferente a cómo estaba antes. Es cierto que hay pequeñas similitudes con los barrios de l’Hospitalet por el tema de la llegada de vecinos nuevos desde otros países.
¿Hasta qué punto tus letras son un reflejo de lo que has vivido o les has añadido una pizca de imaginación?
En general son bastante realistas, son un reflejo del que he vivido desde que soy adolescente, pero al fin y al cabo, la música es arte y lo tienes que decorar un poco. A veces me apetece decir locuras que no he vivido porqué al final la realidad al 100% no siempre es divertida y yo quiero entretener con mis canciones. Por lo tanto, hago una mezcla medida de lo que he visto junto con mi creación personal.
Para aquellas personas que no conocen tu realidad, ¿tus canciones enseñan un lado de la sociedad a la que no están acostumbrados?
Bien, yo creo que la gente que me sigue desde el principio no aprenderá mucho de lo que explico puesto que muchos de ellos han vivido realidades parecidas. Es verdad que ahora se está aumentando la masa de seguidores que tengo desde otros ámbitos de la sociedad y ellos quizás sí descubren una realidad nueva. Seguro que hay gente que escucha mis canciones como quien ve una serie de Netflix, quieren irse de su realidad para vivir una más divertida. Esto también ha sido posible gracias a las redes sociales, las canciones han llegado mucho más lejos.
En una entrevista anterior leí que ahora tienes “tus propios ideales”. ¿Son los que muestras en las canciones?
No exactamente, no acostumbro a hablar de mis ideales en las canciones. No me quiero poner filosófico, ni hablar de política, básicamente quiero hablar de vivencias y de delincuencia, de lo que he vivido. No creo que sea necesario que yo hable de cosas que sean trascendentes, hay gente que lo hace pero yo no soy de esta clase de artistas.
En una de las últimas canciones, Picaresca, hablas de momentos que parecen autobiográficos. ¿Son historias que has vivido a nivel familiar?
Algunas de las frases son vivencias personales, pero no toda la canción. De hecho, como he dicho antes, miro de hablar de temas como la delincuencia o las dificultades de la adolescencia en los barrios, es evidente que son cosas que yo he vivido y me han servido de inspiración, pero no todo es autobiográfico.
¿Qué artistas tienes de referencia en el área metropolitana de Barcelona?
Como referencia propiamente no tengo a nadie, pero sí sigo las carreras de compañeros míos que son de aquí, como Cecilio G, con el que tengo amistad, pero en líneas generales no tengo a nadie que me haya podido influenciar como para destacarlo.
¿Qué pasiones tiene Jarfaiter aparte de la música?
Pues ahora estoy muy entregado al boxeo. Siempre he practicado diferentes tipos de artes marciales pero, la verdad es que el boxeo es una actividad que necesito, me hace sentir vivo y creo que combina mucho con la música. Aparte de esto, me gusta mucho el cine, los videojuegos, también leer, aunque la gente pueda pensar que no, hago muchos debates con los amigos sobre temas sociales o políticos. Que no me guste hablar de ello en las canciones no quiere decir que no dedique tiempo a cultivarme.
¿Conoces a Morad? ¿Te gusta su estilo musical?
Claro que lo conozco, lo conoce todo el mundo, ahora que suena por todos lados. Su estilo no es el que me gusta y no lo acostumbro a escuchar. Le tengo un respeto inmenso, pero creo que ahora ya es muy comercial. Ahora allí a donde vas lo escuchas y prefiero escuchar otro tipo de música.
Él explicaba que ser como fue de niño es lo que le ha llevado a ser así actualmente y que no cambiaría nada de lo que hizo. ¿Coincides con él?
Opino lo mismo, yo no me arrepiento de nada de lo que hice de adolescente. ¿Para qué? Tampoco lo podría cambiar. Quizás sí cambiaría alguna vivencia de la cual no estoy orgulloso, quizás haberme puesto en el lado oscuro de la sociedad, pero pienso que al final, en global, ser así me ha llevado a poder ser un artista con fuerza para explicar las cosas que me gustan.
¿Crees que tu música puede cambiar la sociedad de tu entorno o no es tu objetivo?
Yo creo que la cambio pero no es lo que busco. Insisto, quiero hacer hincapié en lo positivo de la música como un entretenimiento, sin mensajes, para que la gente se lo pase bien. Para mí es una válvula de escape. Quizás si fuera más famoso me plantearía si puedo ser referencia para niños y adolescentes, pero esta fama no la tengo, por lo tanto mi influencia es mínima. No creo que mi gente aceptara que ahora, de golpe y porrazo, me pusiera a hablar de política y de valores como un predicador para “cambiar la sociedad”. Si lo hago, perfecto, pero no es lo que quiero.
¿Hay demasiados cantantes de este tipo, no?
En general, hay muchos cantantes, hoy en día todo el mundo quiere hacer música para cambiar el mundo. ¿Por qué?
¿Crees que muchos no predican con el ejemplo?
Totalmente, este es el problema. Veo que hay mucha gente interesada en la política, y lo aprovecha en sus canciones. ¿Lo hace y después es consecuente en su vida cotidiana? Muy bien. Pero si no lo hace, no lo entiendo, no hace falta ser un farsante, prefiero hablar de vivencias mías para disfrutar y entretener. No hay nada de malo en no reivindicar nada en la música, no soy peor y de hecho creo que soy más realista si hago lo que quiero y no lo que la sociedad espera de mí que haga.
Para terminar, ¿Qué cambiaría Jarfaiter de su vida que no le guste actualmente?
No quiero parecer egocéntrico, pero ahora mismo no cambiaría nada. Estoy muy contento con mi conciencia y muy tranquilo en general. Yo creo que he madurado mucho. En el pasado no era así, siempre veía errores y cosas a cambiar, ahora tengo la vida que quiero. ¡Cuidado! Quizás sí que tengo que mejorar algo y yo no lo veo. Mis padres me dieron una buena educación, después yo he evolucionado de la forma que he podido. Hice cosas feas, sí, pero al final son vivencias y éstas son las cosas que me han hecho ser como soy, y sinceramente estoy muy contento de como he acabado.